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Siglo XIX: la clonación de las plantas

Breve historia de la selección: desde sus orígenes hasta las biotecnologías.

Jean-Pierre Berlan. Traducción de Sharanam

Una “variedad” (según la definición del diccionario, el carácter de lo que es variado, lo opuesto a la uniformidad, la diversidad) moderna de trigo, de soja, de maíz, de colza, de tomate, etc., está constituida de plantas genéticamente idénticas. Es por consiguiente un clon, lo opuesto a una variedad.

El término clon – en sentido microbiológico de “población de organismos genéticamente idénticos” - permite centrar el análisis sobre el resultado, la homogeneidad y la estabilidad de las plantas cultivadas, independientemente del procedimiento de obtención.

El método que consiste en reemplazar una variedad de plantas por el mejor clon extraído de la variedad es inventado a principios del siglo XIX por los gentilhombres agricultores ingleses -los campesinos Ricardianos - que aplican a lo vivo los principios de la Revolución industrial, la búsqueda de la uniformidad y de la estabilidad de la producción industrial.

Estos finos observadores constatan que los cereales que cultivan, trigo, cebada, avena, «breed true to type» - cada planta conserva sus caracteres individuales de una a otra generación. Ellos no saben por qué, pero no importa. Cuando descubren una planta interesante aislada naturalmente, la reproducen y la multiplican, y si el clon demuestra ser interesante, la cultivan año tras año.

En 1836, John Le Couteur codifica la práctica de sus colegas. Ya que cultivamos variedades, razona él, y que cada planta de la variedad conserva sus caracteres individuales de una a otra generación, vamos a “aislar” las plantas que nos parecen más prometedoras para ser cultivadas individualmente (por consiguiente vamos a reproducirlas y multiplicarlas individualmente para clonarlas); más tarde seleccionaremos el mejor de los clones extraídos de la variedad para reemplazar esta variedad.

El método consiste pues en extraer los clones de una variedad para seleccionar el mejor de todos ellos. El beneficio que cabe esperar de este método depende de la importancia de las variaciones interclonales a disposición del seleccionador. Si estas variaciones son importantes, el beneficio será importante. Si son escasas, la ganancia será débil.

Le Couteur, espíritu científico y por consiguiente preciso, tiene cuidado al aplicar un término calificador de su invención. Él habla de reemplazar una variedad por un tipo puro, (“pure sort”) «cultivado- especifica él- a partir de un sólo grano o de una sola espiga». Sus sucesores, científicos profesionales, no hicieron prueba del mismo discernimiento. Y no es por azar.

¿Cómo explicar esta devoción de los seleccionadores y genetistas agrícolas a una especie de máquina a vapor – que es, además, de las más primitivas?

Lógicamente, la proposición de mejorar una variedad reemplazándola por el mejor elemento sacado de la variedad, es imparable. Se trata incluso de una tautología: se obtendrá siempre una ganancia reemplazando una variedad de objetos por el mejor. La proposición merece la pena cualquiera que sea el tipo de objeto. En el caso de organismos vivos, esta proposición es particularmente independiente de su modo de reproducción. Este último punto, que parece evidente aquí, es sumamente difícil para los especialistas porque replantea, como veremos, casi un siglo de enseñanza de genética agrícola y de la práctica de la selección.

Bio-lógicamente, en todo caso, es otro asunto muy distinto. El desarrollo más prometedor de los últimos veinticinco años en agronomía, y más generalmente en biología, es el reconocimiento del papel esencial de la biodiversidad. Prueba de esto fue la Conferencia de Río. Observamos que las civilizaciones campesinas de las que descendemos eran conscientes de que la biodiversidad los protegía contra los riesgos. Observemos que estas civilizaciones crearon la inmensa variabilidad que hoy nosotros malgastamos. El arsenal agrícola moderno (máquinas, fertilizantes, pesticidas, irrigación - es decir la energía barata, base de la pétro-agricultura industrial) ha permitido que olvidemos que la investigación agronómica debería hacer agronomía, es decir hacer que la naturaleza haga gratuitamente lo que nosotros hacemos a costa de medios industriales ecológicamente, humanamente, económicamente y socialmente devastadores - de hoy y ya totalmente caducos.

Una segunda explicación está relacionada con la propiedad de lo vivo. Una variedad, heterogénea e inestable, no puede ser objeto de un derecho de propiedad. Un clon, homogéneo y estable (reproducible de una generación a la siguiente y que desde el punto de vista ideológico es una especie de muerto-viviente), puede ser objeto de un derecho de propiedad.

Cada uno de esos muertos-vivientes puede describirse de forma lo suficientemente minuciosa como para ser distinguido de su vecino. Distinción, Homogeneidad, Estabilidad (los criterios DHE) se vuelven en Francia, durante los años 1920, los criterios del primer sistema de protección de las empresas semilleras obtentores. En 1961, el sistema francés se extiende a los países del Mercado común en el marco del tratado de la Unión para la Protección de las Obtenciones “Varietales.” Es irónico constatar que los negociadores del tratado del UPOV renuncian a definir la variedad, es decir el objeto que ellos creen proteger. El motivo de esto es fácil de explicar: la definición de DHE es la misma que la de un clon, ¡es decir lo contrario de una variedad!

Observemos que este sistema de protección protege al obtentor de que sus competidores le “pirateen” sus obtenciones, puesto que otorga al obtentor y a sus licenciados el derecho a vender las semillas del clon protegido por los criterios DHE. El sistema ignora la noción de gene y deja al agricultor libre para sembrar el grano recolectado. Para los obtentores tradicionales -excelentes agrónomos apasionados por sus plantas – eso bastaba. Para las transnacionales agrotóxicas que han tomado el control de la industria de las semillas, este sistema es insuficiente.

En resumen, la selección se esfuerza, desde hace dos siglos, en reemplazar las variedades heterogéneas e inestables y por consiguiente no apropiables, por clones propietarios. Dolly no hace sino extender esta técnica a los mamíferos. Su único interés es poner en evidencia la destrucción inmediata e irreversible de la biodiversidad que implica esta devoción bi-secular a la clonación. Con respecto a esto es alarmante - y significativo - que el INRA (Instituto Nacional de la Investigación Agronómica, en Francia) haya ilustrado la página del periódico "El Mundo" (12/11/2003) dedicada a «La Investigación agronómica y sus futuros», con una fotografía de una manada de vacas clonadas.

Por cierto, la industrialización de lo vivo y su privatización van a la par.



Fuentes:
kokopelli-seed-foundation.com/actu/new_news.cgi?id_news=180
semillasinfronteras.blogspot.com
www.yahoogroups.com/group/semillasinfronteras

Manual de producción de semillas

Manual de producción de semillas

http://www.kokopelli-seed-foundation.com/actu/new_aff_rub.cgi?code_rubrique=12


Food Inc.

Food Inc, documental de Robert Kenner postulado a un Óscar
Uno de los asuntos más importantes de esta historia es cómo dejamos sin empleo a la gente en un país y luego la usamos para que se vuelva parte de la maquinaria industrial de otro, dice el realizador.
Por Tania Molina Ramírez
Periódico La Jornada
Miércoles 2 de junio de 2010, p. 8

Foto
Fotograma del documental, que se será proyectado mañana en la Alianza Francesa de San Ángel

Hoy, la gente no sabe de dónde proviene lo que está en su plato, quién lo cosechó, en qué condiciones se crió. Y las grandes empresas que dominan la industria alimentaria hacen todo para que no se entere. El documental Food Inc (2008) abre las puertas de la cocina para mostrar cómo se elaboran los alimentos que buena parte de la humanidad come. La cinta, postulada al Óscar como mejor documental, retrata una industria alimentaria dominada por pocas empresas, regida por la lógica de la mayor ganancia y no la calidad, y en la cual se abusa por igual de los trabajadores, los animales y el ambiente.
Si bien Food Inc (www.foodincmovie.com/), que llegó a ser el devedé más vendido en Amazon de Estados Unidos, está centrado en ese país, es algo que concierne al mundo entero. Es sobre unas cuantas corporaciones que controlan el sistema alimentario. No les importan las fronteras o los países, son capaces de influenciar a gobiernos de todo el mundo. A final de cuentas están más interesados en sus ganancias que en los consumidores, dijo el director Robert Kenner en videoconferencia.
También muestra el efecto de una industria en la que se conecta el abandono del campo en países como México con la migración y la explotación laboral en Estados Unidos. "Fui a la Universidad Estatal de Iowa, una universidad agrícola, les pregunté qué era lo más importante para ser granjero, y seis estudiantes güeritos me dijeron: 'aprender a hablar español'", dijo Kenner. Para mí, uno de los asuntos más importantes de esta historia es cómo dejamos sin empleo a la gente en un país y luego la usamos para que se vuelva parte de la maquinaria industrial en otro lugar.
Explicó: Este sistema depende de mano de obra que no puede defender sus derechos. Estos empleos son muy peligrosos, muy mal pagados, y la gente con derechos no los quiere. Muchos de estos trabajadores fueron campesinos (en México) que (cuando se puso en marcha el TLCAN) ya no pudieron subsistir porque no podían competir con los bajos precios del maíz y la soya subsidiados en Estados Unidos. No pueden trabajar en su país y tienen que venir a Estados Unidos a tomar estos muy peligrosos empleos (se refiere a la industria carnícola). Estos trabajadores pagan el precio, no las compañías que se benefician de su trabajo.
Por donde se la vea, la cinta podría ser catalogada de terror: el trato de criminales que reciben los pequeños granjeros que se rebelan a los dictados de las multinacionales y los trabajadores inmigrantes; el maltrato a los animales; el deterioro del ambiente; los efectos en la salud de los consumidores, y la aparente omnipotencia de las grandes empresas.
Kenner recordó que Michael Pollan, autor de The Omnivore's Dilemma: A Natural History of Four Meals (El dilema del omnívoro: historia natural de cuatro alimentos), dice en la cinta: La misma cosa que causa obesidad y diabetes en Estados Unidos causa hambruna en otras partes del mundo porque estamos subsidiando el maíz y la soya. Bajamos el precio y dejamos sin subsistencia a los agricultores del tercer mundo y hacemos que los estadunidenses sean obesos al darles comida que ya se probó que no es sana.
Y peor: ahora la primera causa de muerte en México es la diabetes.
Además de Pollan, en la cinta también es un referente Eric Schlosser, autor de Fast Food Nation, obra fundamental sobre estos temas.
En Food Inc también se habla sobre las patentes a las semillas y los transgénicos. Pone especial énfasis en las condiciones en que se crían pollos, cerdos y vacas. Y llega a la conclusión de que la comida barata tiene muy altos costos ocultos.
Continuó: Si toda la gente del mundo come como los estadunidenses, necesitamos cinco planetas para mantenernos.
El director dijo que ve con optimismo la administración de Barack Obama: Los estándares de lo orgánico son más sólidos, se discuten demandas legales contra grandes corporaciones, mejora el etiquetado para que la gente sepa qué está comiendo, y Michele Obama plantó un jardín orgánico. Pero aún nos enfrentamos a poderosas corporaciones. Los cambios vendrán muy lentamente.
Costo de la diabetes
Siguió: Obama habla sobre una reforma al sistema de salud, pero no podremos costearnos esta reforma hasta que arreglemos el sistema alimentario, debido al costo enorme de los enfermos de diabetes y males relacionados con la alimentación.
Opinó que un país como México debe luchar por la soberanía alimentaria y recordó que se asombró de la maravilla de alimentos en Oaxaca, donde estuvo invitado por la gira de documentales Ambulante, hace un par de meses.
¿Cómo desarrolla sistemas regionales y locales en todo el mundo que no estén enfrentados a los alimentos subsidiados de otros países?, planteó.
Tengo esperanza en que hay un creciente movimiento alimentario que enfrentará estas corporaciones, y en que habrá consumidores que tengan el poder de cambiar el sistema, concluyó.
Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2010/06/02/index.php?section=espectaculos&article=a08n1esp